Las normas familiares son la base de una educación basada en
el respeto y la cooperación. Hay que intentar encontrar espacios para la
comunicación, las propuestas de mejora etc. Cuando los padres recurren a la
norma hay que tener en cuenta que dicha norma sea razonable, y por supuesto que
se cumpla.
No satisfacer un capricho de los hijos es complicado para padres y madres pero
debemos concienciarnos de que tampoco es positivo concederlos todos sin ningún
tipo de esfuerzo, trato o acuerdo. Hay que dar valor a las cosas, saber que
significan, entender por qué las tienen o por qué no, si hay motivos para concederlos,
si se los merecen etc.
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